27/3/09
Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Pontedeume -PSOE, BNG, COE e Independientes- impidieron ayer al Gobierno local dar el primer paso para la privatización del servicio municipal de recogida de basura y limpieza viaria.
Tras una hora y media de debate y tres turnos de intervenciones, la Corporación local rechazó la propuesta del equipo de gobierno, que recibió siete votos en contra y cuatro a favor del Partido Popular, que gobierna en minoría. En la sesión estuvieron ausentes el edil no adscrito, Fernando García Sande, y el concejal del COE José Juan Filgueiras.
Las ventajas que según el equipo de gobierno conllevaría la externalización del servicio municipal de recogida de residuos no convencieron a la oposición, que le reprochó que no se hubiese reunido antes con los delegados sindicales para conocer su postura y hablar de la situación de los empleados afectados por la propuesta.
El corto plazo de tiempo del que dispusieron para consultar el estudio económico en el que se basa el Gobierno local para proponer la privatización -tres días, cuando el documento fue entregado en el Concello en noviembre- es otro de los aspectos que criticaron los grupos de la oposición, así como su coste, de 5.600 euros.
Según el concejal de Hacienda, Eugenio Otero, las opciones son tres: permitir que el funcionamiento del servicio continúe siendo deficiente, mejorarlo y que se mantenga como municipal -pero sería necesario un turno más y contratar a cinco empleados a mayores, con lo cual su coste anual subiría hasta los 826.252 euros- o privatizarlo, lo que permitiría mejorarlo por un coste aproximado de 647.000 euros y ahorrar 180.000 euros. En 2008, el Concello pagó 637.355 euros por la recogida de la basura y limpieza de calles y el coste estimado para el presente ejercicio es de 657.374 euros.
Otero asegura que el precio calculado si se opta por la "gestión indirecta" incluye el traslado de la plantilla municipal afectada a la empresa que se encargue del servicio "en las mismas condiciones", aunque hay la opción de moverlos a alguna de las plazas que hay vacantes en el Ayuntamiento. Sostiene, además, que la medida no conllevaría ningún incremento en las tasas que pagan los vecinos.
El portavoz del PSOE, Agustín Vilariño, propuso dejar el asunto sobre la mesa para estudiar con más tiempo la propuesta y realizar las pertinentes reuniones. Considera que el Concello puede afrontar la reorganización del servicio sin recurrir a la privatización, "que debe ser siempre la última opción", y critica la falta de dirección en el servicio. También recuerda que el equipo de gobierno no ha cubierto la plaza de encargado de servicios y advierte de que la factura de 2008 incluye la gestión del punto limpio y la recogida de enseres, dos de las labores que según el PP realizaría la concesionaria. Además, hace hincapié en que según el estudio económico en el que se apoya el Ejecutivo municipal para mejorar el servicio serían necesarios dos trabajadores más, no cinco, como señaló el concejal de Hacienda. El concejal socialista Bernardo Fernández añadió que la privatización de un servicio "no conlleva siempre su mejora".
En cuanto al representante del BNG, Manuel Rei, quiso aclarar que el servicio "funcionaba bien" cuando entró en el gobierno, en el año 1999, y destacó que los problemas vinieron "con el modelo Sogama, creado por la Xunta del PP", que supuso un incremento de los costes del servicio y no garantiza el reciclaje.